18 agosto, 2006

Psicosis: El asesinato de la ducha

Es mi punto de vista. Los árboles no nos dejan ver el bosque.

Siempre se ha hablado de la escena de Psicosis como la obra maestra que es. Y se ha discutido hasta la saciedad si el diseño de ésta corresponde a Saul Bass o a Hitchcock. Y por supuesto, siempre se comenta la portentosa banda sonora de Bernard Herrmann y el número infinito de planos que contiene este asesinato.

Pero no se habla de la esencia de la escena, la que realmente provoca pavor en el espectador. Y la esencia se basa en que tenemos a una persona totalmente desnuda, por tanto, totalmente vulnerable, haciendo algo que todos hacemos todos los días. Y en la calma de ese acto rutinario, una persona se cuela en tu intimidad con un cuchillo y te mata.

Estoy convencido de que el momento más terrorífico de la secuencia es ese plano largo con el que el maestro del suspense comienza la fiesta: la cara de Janet Leight bajo el agua, mientras en profundidad de campo se abre una puerta y surge una figura amenazadora. Los gritos comienzan ahí. Además, debemos tener en cuenta que hasta ese momento, toda la película gira en torno a un robo cometido por esa mujer. Y por tanto, es algo totalmente inesperado.

Todo lo demás, la secuencia, la sangre en el desagüe, los planos casi ilegibles... todo eso es espectacular y está muy, muy bien. Pero sigo pensando que el verdadero poder de la escena surge del momento escogido para el asesinato, de la vulnerabilidad de la situación, de la claridad del cuerpo de uno (totalmente expuesto) en contraste con la sombra del otro (totalmente oscuro). Y es que Hitchcock sabía donde matar a la gente.

1 comentario:

  1. Es inevitable cuando te duchas fuera de casa,acordarte de la maldita escena...

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